dr fabian

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sábado, 13 de abril de 2013

cerebros.

EINSTEIN

En 2012 se publicó un nuevo trabajo científico acerca del estudio del cerebro de Einstein a partir de un grupo de fotografías que permanecían inéditas hasta ahora.La investigación concluye que el seso ilustre en cuestión tenía algunas peculiaridades en cuanto a la forma y ubicación de sus lóbulos que podrían explicar en parte las capacidades de raciocinio del científico.



Es como el lugar en que se mezclan la ciencia y el fetichismo, un poco de historia y bastante de cholulismo.
 Buscar el don de lo genial manipulando el cerebro de  Einstein es una idea atractiva. Partimos de la base  de que el personaje elegido es un genio indiscutible, y de que la genialidad y las ideas se supone surgen necesariamente del cerebro. Ergo, este cerebro que el investigador está manipulando, fue capaz de crear ideas geniales.


 Einstein murió en 1955 y se decidió estudiar su cerebro.No queda claro del todo si había consentimiento previo o no. Aparentemente el Dr T. Harvey, que fue quien realizó la autopsia decidió autónomamente quedarse con la víscera pensante para poder estudiarlo y gestionó entre los herederos el permiso que habría llegado meses más tarde. Se tomaron fotos, se enviaron muestras para el estudio microscópico de los tejidos a múltiples universidades que terminaron distribuyéndose por diversos países incluyendo el nuestro. El Dr Harvey se quedó con buena parte del cerebro en un frasco de formol en su casa, y lo  devolvió décadas más tarde (según se cuenta acá).

El cerebro
(como entidad física) es un instrumento que
puede ofrecer cierto potencial a su usuario.
Pero la ejecución no sólo depende del instrumento, sino también de cómo se toca. Sin
duda, Albert Einstein era un virtuoso.( FUENTE:qué es la inteligencia?)


Con esto se puede intentar alguna correlación entre las características  del cerebro en este caso de Einstein con los de los miles de tipos no geniales para ver en qué se diferencian.



acá están,estas son neuronas de Einstein





















Antes de atrevernos a plantear cualquier sugerencia acerca de la relación mente-cerebro tenemos que insistir en que el cerebro de Einstein es un estudio de un sólo caso y como tal, presenta obvias limitaciones a la hora de extraer conclusiones. Las hipótesis resultantes de la investigación tendrían que verificarse analizando otros cerebros de personas con dotes similares a las de Einstein. El tema es de dónde sacarlos y qué otro genio se encuentra con cerebro disponible.


 Definir entonces la genialidad también es todo un tema.No es un concepto que pueda definirse en forma absoluta. En la Unión Soviética de Stalin , por ejemplo,  dedicaron mucho esfuerzo al estudio de los cerebros de quienes consideraron mentes privilegiadas. A tal fin crearon lo que se llamó un Panteón de cerebros "célebres", que incluso siguieron coleccionando hasta llegada la perestroika. Mucho antes de ésto,en la década del 20, decidieron estudiar al que consideraron el máximo cerebro de la revolución, y convocaron a un científico alemán, el Dr.Oskar Vogt  para investigarlo. En realidad el pobre de Lenin, que de él se trataba, había sufrido varios infartos cerebrales antes de morir por lo que se estudió un órgano que no llegaba en las mejores condiciones, pero aún así se publicó un extenso informe en 1929 que daba interpretación histológica al genio asociativo del prócer. Con el paso del tiempo estas investigaciones son interesantes sobre todo para analizar la influencia del contexto político e histórico sobre el trabajo de la ciencia.( fuente 1,
 fuente 2,  otra fuente)





Lenin en su mausoleo, sin cerebro.




En el cerebro de Einstein se encontraron, según distintos trabajos científicos, algunas características llamativas. Era pequeño (pesaba poco) y tenía una corteza muy delgada pero con una gran densidad de neuronas, por ejemplo. Es tentador pensar en que podría haber  una correlación entre esto y la genialidad, hasta que se vio que otros autores encontraron hallazgos parecidos en una serie de cerebros de pacientes esquizofrénicos sin aparentes signos de especial inteligencia.(fuente)
Que tenía predominancia del lóbulo parietal derecho por sobre el izquierdo, más desarrollo de las zonas sensoriales que corresponden a su cara y lengua en el hemisferio izquierdo, que los lóbulos parietales le dieron habilidades extraordinarias, con pliegues muy densos que evidencian una enorme capacidad de cerrar los ojos y visualizar objetos para solucionar problemas (fuente) tiene una importancia relativa.
 Jorge  Colombo, que estudió en el Conicet muestras del cerebro de Einstein, comenta (acá) cuestiones interesantes acerca de este tipo de estudios. Hay varios de los hallazgos que son interesantes pero que no pueden comprobarse dado que se trata de estudiar un solo cerebro y sobre todo porque aquí se cruzan el conocimiento científico y el imaginario. El conocimiento, nos dice, no es sino una cambiante construcción de imaginarios sometidos a un determinado criterio de "verdad".En ese contexto el método científico intenta general las "verdades " de la manera más verificable posible como para acercarse a lo que se podría definir como "realidad", que es nuestra representación de la realidad. Además si se trata  de cuestiones con su costado mítico, mágico o ideológico (véase el ejemplo de Lenin)  son más probables las conclusiones pre establecidas, las profesías autocumplidas. En este caso, a pesar de  esfuerzos múltiples y variados, no se puede derivar a partir de la observación de las formas, estructuras y tejidos, sus especiales características funcionales. Tampoco asumir que  las peculiaridades observadas son correlatos necesarios de su genialidad.

Ahora, si la pregunta es por qué traje este tema al blog, es porque me divierte. Porque en estos temas hay mucho de lúdico. Y per codere.
































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1 comentario:

  1. Claro! El concepto de “genialidad” es tan escurridizo que coincido en que es divertido seguir las vueltas y más vueltas (algunas de lo más desopilantes) que cada quien, desde su metier, intenta dar para asirlo, para agarrarlo, para explicarlo. Y aun así, algo siempre se escapa: desde cortar en cachitos el cerebro del pobre Albert y diseminarlo por el mundo, hasta intentar ubicarlo junto a otros “geniales” en las filas de los que padecieron algún tipo de autismo.
    Lo genial, en el ámbito que sea (ciencia, arte, literatura, etc.) nos intriga y nos hace pregunta a “los del montón”, de eso no hay duda. En la parte que me toca del montón, a mí siempre me interesó la relación –a veces estrecha y confusa- entre la genialidad y la locura, obviamente.(Tal vez más adelante haya algo de esto en su blog amigo).
    En fin, muuuy interesante el post.

    Sos un GENIO, Fabi.

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