MILAGROS

Las brujas no existen, los milagros tampoco.
Supongo que por cada hecho milagrosamente bueno habrá una pésima coincidencia con final desgarrador.
Será tan improbable como  que te caiga una vaca del cielo y te hunda el barco como en la película del chino, pero del lado de la buena suerte.
Dado que soy un tipo re positivo y buena onda nos dedicaremos a contar el lado medio lleno del vaso de los sucesos casi imposibles que me tocaron  en el laburo.
El que sea creyente , ponga un dios  en la cuestión , o un diablo apuntándoles a los que les cayó encima  la vaca.
Tuve la suerte de ver  momentos que caen del lado inverosímilmente positivo de la estadística.




Empiezo, para disfrute del lector más místico, contando un par de casos sucedidos en Luján.

Un día nos preparamos en la guardia de emergencias para recibir a un chico a quien un tractor pasó por encima y que traían los bomberos.
Llegó con la marca de la rueda trasera del aparato que le atravesaba la espalda en diagonal.
Para ser descriptivo clínicamente, el niño estaba SUCIO. O sea que no tenía nada más.

Había caído al suelo en un terreno embarrado, el tractor le había pasado por encima de la espalda, se ve que en el barro se hizo un pocito porque al chico ni siquiera le dolía. Quedó internado para realizarse los estudios correspondientes y al día siguiente se fue caminando asintomático y feliz de volver a casa. Con el huellón de barro en la remera.

"Traté de matarme disparandome en la boca, pero el otro tipo escupió las balas"Dr. David Banner..(los vengadores,2012)


Este segundo ejemplo tiene implicancias más graves, pero idéntico final feliz. Llegó a la guardia un chico de unos diez años, traído por una vecina que dice:- " no sé qué pasó, solamente escuché un ruido".
 El chico estaba lúcido y con una mancha negra en ambos labios, algo pálido.

Comenzó a contarme: "-yo pensé que (pongamos) el Cholo estaba jugando, no que me iba a tirar.." Al fijarme  vi que la mancha negruzca, en la parte central de ambos labios se continuaba  con idéntica coloración en los dientes.
 Un disparo de arma de fuego con el arma entre los dientes.

Con una mínima herida que alcanzaba a verse en  una de las amígdalas y otra  algo más grande en la parte posterior del cuello.
 Cholo, vecinito de 12 años, "jugando" con el arma del padre , había disparado a quemarropas a nuestro pacientito.La señora que lo había traído era la madre de este Cholo en cuestión y ya se había rajado al momento de dejar el chico en manos médicas.

Hubo que enviarlo a una terapia intensiva simplemente para mejor control y necesitó que los cirujanos exploren en quirófano el trayecto de la bala, pero en un par de días pudo ir a la casa sin ningún problema serio.

Las implicancias legales y sociales del caso no entran acá, pero no fueron alegres.