Escucho la radio mientras manejo. Como hay muchos
kilómetros entre un laburo y otro, tengo un par de horas para eso casi todos
los días. La radio crea un clima de intimidad dificil de explicar. De tarde y de noche escucho la
Metro.
Volvía de Domínico a eso de las ocho, hará unos meses.
Sebastián Wainraich leyó en “Metro y medio”
parte de un poema de Borges, supongo que en ocasión de alguna efemérides del escritor.
El poema que leía hablaba de la lluvia en el patio y la
nostalgia que esta lluvia despierta. Terminaba
con que “me trae la voz deseada. De mi padre, que vuelve y que no ha muerto.”
Genial.
Hay resortes que uno tiene ahí, listos para saltar. Escuché el final del
poema y apagué la radio. Me vino a la memoria, de repente y sin aviso, la voz del viejo. Mi viejito, no solamente
vivo, sino también sano.
Con los ruidos de
fondo del auto y la autopista, el viejo me acompañó, en modo audio, todo el
viaje a casa.
Cuando éramos chicos, en el auto, tarareaba o nos cantaba cuatro o
cinco canciones, siempre las mismas: “en el bosque de la China”, “tengo mil
novias”,“ el que tenga un amor, que lo cuide”, “hay madres que abandonan”. O
recitaba unos versos del Martín Fierro acerca de una “punta de yeguas”. Canté también un ratito.
Me acuerdo del viejo bastante seguido, pero casi siempre se cuela la sensación angustiosa que dejó la enfermedad. No esta vez.
Fueron Borges, la radio,
la noche. Las ganas.
La lluvia
Bruscamente la tarde se ha aclarado Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto
Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.
Acá, leído por Borges
☺ lindos recuerdos
ResponderEliminarNo hay más lindo, que estos tipos de recuerdos que son mágicos, nos transportan en tiempo y espacio y nos hacen revivir momentos únicos con nuestros seres queridos, claro que desde otra perspectiva. Volver a verlos sanos de pie, hablando, riendo interactuando; lo que daríamos por unos minutos con ellos ¿NO?
ResponderEliminarYo todavía tengo a mis PADRES, por suerte. Pero hace un año y un par de meses perdí a mi ABUELA, ella era como mi mamá, con sus 96 años. La soñé que estaba, en la casa de mi madre y cuando la escucho hablar… tan clarita, era su voz, me despierto llorando como una criatura, te juro que daría lo que sea, por volver a soñarla y poder abrazarla.
Bueno nada, quería contarte que todos tenemos a alguien a quien EXTRAÑAR.
GRACIAS, POR COMPARTIR ESTE MOMENTO O SENTIMIENTO TAN PERSONAL, NOS DEJAS CONOCERTE UN POQUITO MÁS… AL HOMBRE QUE HAY DETRÁS DEL DR. GRACIAS!!! Mis cariños de siempre.
YO.
Gracias "Yo"!!
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