KERR.SALLIS.VAZQUEZ MONTALBAN
Prejuiciosamente supongo que la tendencia a ser policía en el mundo real no debe corresponderse con la tendencia a ser un lector intelectuoso.O que al cana demasiado intelectual le conviene que no se sepa a riesgo de que lo guarden en el museo policial para mostrar en caso de necesidad, onda "acá tenemos al agente lector" como deben tener guardado al empleado judío en cada empresa del Opus Dei por si les preguntan si son racistas.Sigo con los prejuicios.
Por otro lado , los personajes de la literatura no tienen por qué ser idénticos a las personas reales.Tampoco conozco detectives de carne y hueso como para comparar con los literarios.
El tema es que me llama la atención el lado culto de algunos protagonistas de policiales que aún a riesgo de sonar a veces un poco forzado le dan a sus ficciones un costado interesante.
No incluyo , por ejemplo. a cuentos policiales de autores como Borges, porque creo que el lector está leyendo a Borges y no a un policial. independientemente de que el protagonista sea un detective experto en mística judía, un Minotauro o un cuchillero del sur del Gran Buenos Aires.
Esta perorata viene a que estoy leyendo "Si los muertos no resucitan" de Philip Kerr. Su protagonista es el detective Bernie Gunther , recientemente echado de la policía alemana en 1933 con el nazismo en el poder.El tipo reflexiona y dice : "la clave para ganarme la vida consistía en tener respuestas concisas para preguntas que los demás ni siquiera habían planteado.Una actitud omnisciente es muy útil para un Dios...y para un detective, por cierto.Naturalmente en el caso del detective, la omnisciencia es una ilusión. Platón lo sabía y por eso, entre otras cosas, era mejor escritor que sir Arthur Conan Doyle."Lo verosímil del caso es que lo hayan rajado los canas, encima nazis, por eso de andar leyendo a Platón.
A mí me hizo acordar a un par de detectives más que si bien se van un poco de mambo, tienen su costado lector interesante , divertido , o ambas cosas.
Lew Griffin es el potagonista de una saga de novelas de James Sallis. Si no me olvido nada , el tipo es, además de un negro enorme con tendencia a la violencia, ex soldado,ex matón, alcohólico que en sus recaídas llega al delirium tremens y a vivir épocas como homeless, de a ratos profesor de literatura, escritor cuyas regalías le permiten sobrevivir cuando no trabaja, detective ad honorem o por tendencia natural a meterse en líos.Una ensalada que es poco creíble pero muy divertida y bien narrada, con descripciones de Nueva Orleans y sus submundos muy interesantes y párrafos así:
"Poco después en un libro....leí la historia de Martín Fierro contada por Borges. Después de perseguir durante años a un renegado legendario Fierro por fin lo encuentra....confirma que durante todos esos años había sido presa de sí mismo y, pasándose al bando del renegado, lucha del lado de Cruz contra su propia partida"..(el avispón negro)
¡Un detective yankee homeless borracho y escritor pone como ejemplo a Borges y a Martín Fierro!
Otro, más clásico , es Pepe Carvalho, de Vazquez Montalbán. Ex comunista y ex agente de la CIA, fanático de la buena cocina ( espectaculares las recetas que detalla en cada novela, dan más ganas que las escenas de sexo). El hombre tiene una biblioteca enorme que ya no lee, pero cumple en elegir cuidadosamente con el fin de quemar cada uno de sus libros al encender el hogar de su living. Quema libros que considera malos
"...una antología de supuesta poesía erótica castellana de los convictos y confesos ciudadanos Bernatan y García, culpables de haber seleccionado versos cíclicos, capadores de cualquier rincón de la piel predispuesto aunque sea al más imaginario de los erotismos."(asesinato en el comité central)
Libros de pseudociencia, libros políticos o de políticos, y otros que quema como sincero homenaje:
"quemó el libro de Jaime Gil de Biedma en la chimenea....-nada hay tan triste como una habitación para dos, cuando ya no nos queremos demasiado-son dos hermosos versos de desamor de uno de los mejores poetas amorosos contemporáneos. Pero arden bien."
Hay ensayos escritos sobre la biblioteca de "condenados a la hoguera" de Pepe carvalho.
En fin, el escritor lee, quiere contar lo que lee y lo que opina, y a veces lo inserta con calzador en sus novelas policiales. Es una suerte.
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