dr fabian

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viernes, 29 de abril de 2011

CUENTOS Y ANÉCDOTAS

ANECDOTARIO  PEDIÁTRICO
POR QUÉ NO INCLUIR EN EL BLOG ALGUNAS ANÉCDOTAS, PROPIAS  O  PRESTADAS ..
NO INCLUYO  ERRORES MÉDICOS PORQUE  SON POQUÍSIMOS Y  YA ME LOS OLVIDÉ, NI GRANDES ACIERTOS , QUE NO ENTRAN EN TAN POCAS LINEAS… AUNQUE PUEDE  QUE  ALGUNA  DE AMBAS COSAS VAYA APARECIENDO  CUANDO ENTREMOS EN CONFIANZA.
LOS NOMBRES DE LOS PACIENTES  NO SERÁN LOS REALES.
UNA COSA ES TENER SÍNDROME DE DOWN…
…y otra es ser tonto. Antes de recibirme de médico, trabajé como técnico en hematología en la CASA CUNA.
Entre otras tareas, lo mÍo era sacar sangre y procesar análisis clínicos de los chicos internados. Una vez me tocó sacar sangre a un adolescente de unos 14 años, portador de síndrome de Down. Al llegar a la sala de internación, lo interrumpí mientras jugaba con un puzzle. En realidad se trataba de uno de esos juegos de ingenio  con muchas piezas que encastran  de una única manera. Después de realizar la extracción , el chico me ofrece resolver el juego que él solucionó ante mi vista con total facilidad. No pude. Traté un rato largo. imposible.
Mientras me retiro con el orgullo herido, el paciente me chista. Al darme vuelta me muestra , entre risas, que tenía escondida una pieza , sin la cual era imposible la solución.

MUCHOS  AÑOS MÁS TARDE,  estando a cargo de la sala de internación de una clínica, tuve como paciente a Marquitos. Tenía unos 16 años,  síndrome de Down, y se le diagnosticó una enfermedad oncológica que implicaba tener que internarse seguido para tratamiento o por complicaciones. Casi no tenía lenguaje oral. Era además portador de un carácter terrible, malhumorado, chinchudo, caprichoso, y en el servicio estaba absolutamente malcriado. Se internaba Marquitos y en la  cocina automáticamente preparaban papas fritas , plato impensable para cualquier otro mortal en la institución. Se suponía que debía internarse en aislamiento , pero él se escapaba todo el tiempo hacia distintos sectores donde era habitué. Visitaba a la gente de mantenimiento, cocina, y sobre todo pasaba muchos ratos en la habitación de médicos,  que era mi lugar de trabajo varias horas por día. Decía ayudarme en mi trabajo, se comía parte de mi merienda o desayuno que  aprovechaba a ir “robando” cuando yo salía de la habitación o miraba para otro lado. Era nuestro juego , a cambio del cual él dejaba sacarse sangre, colocarse catéteres o  algunas otras maldades que incluía su tratamiento , sólo si estaba yo presente. Y cuando Marquitos, que pesaba más de 80 kg, no quería dejarse pinchar, no había forma de hacerlo. Lo recuerdo saltando sin parar sobre el colchón hasta que me veía entrar enojado a pedirle que se quede quieto…
Una tarde, sonó el teléfono en el office de enfermería  donde me encontraba haciendo unas recetas. Era el señor de  mantenimiento que había ido a mi oficina a arreglar la línea telefónica o algo así. Al terminar el arreglo, no lograba salir de la habitación  ; la puerta parecía estar cerrada con llaves desde afuera. Estaba encerrado. Yo no tenía la llave en mi poder. Tardamos un buen rato en conseguir la forma de liberarlo. Un rato después ,  al entrar en  la habitación de Marquitos ,  lo encuentro llamativamente  acostado , con una sonrisa beatífica. De satisfacción absoluta  ,  como saliendo de un confesionario seguro de haber horrorizado   al cura. No logré ninguna confesión,  pero la llave quedó  sobre la almohada, muy bien acomodada al momento del alta esa misma tarde.

Que  un  chico con síndrome de Down  lo haga quedar a uno como un tonto, no deja de ser un tiro para el lado de la justicia. No?

8 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Encantadoras las anécdotas. Para quienes no te conocen personalmente: POR FAVOR AGREGÁ DIBUJOS Y NUNCA FOTOS !! Un abrazo y me encantó la propuesta

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  3. Hola Fabián: conociendote como te conozco quizás una propuesta interesante que podes traer aquí es MUSICA y LIBROS RECOMENDADOS PARA NIÑOS , NIÑOS GRANDES Y MUY GRANDES. Yo las espero ansioso

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  4. Excelente anécdota. Me sumo al pedido anterior. Recomendá libros y música para distintas edades. Abrazo

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  5. Me encantó! " tonto es el que hace tonterias" una frase célebre de una película famosa. Yo adoro la idiotez con la que me voy a mi casa todas las tardes... y vuelvo al otro día por más. Saludos!

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  6. Muy bueno el libro recomendado, muy buenas las anecdotas...si queres tengo miles, jajaj
    muy buenos los retratos!!!
    por ende muy bueno el blog.
    Gracias por acompañarnos en el crecimiento de Margarita, por escuchar mis preguntas tontas...
    vamos a seguirte por este medio
    beso

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  7. que buenas anécdotas !
    Carina

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  8. Las anécdotas fueron buenas porque las intervenciones del Dr, lo permitieron Excelente "dupla" (médico-paciente)!!!

    Débora

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